No sé si descubrí primero esa isla mágica de Avalón en la novela de Marion Zimmer Bradley “Las Nieblas de Avalón”, o fue en algún libro de Sira García Casado, pero lo que si me queda claro es que ese país de los muertos al que sólo algunos tienen acceso como la reina Morgana, tiene un encanto especial en la mitología celta.
Siempre rodeado de niebla, un poco más allá de Irlanda, da paso al paraíso de las hadas en el mundo artúrico transformado en el rey Astado y cuyo símbolo es la manzana, el fruto prohibido de Adam y Eva en el mundo cristiano y que en el mundo celta es la fuente del conocimiento y la inmortalidad. Arturo mantuvo relaciones con Morgana, su hermanastra que engendró a Mordred, el único hijo de Arturo y este terminó su vida en esta isla mágica a la que sólo se podía acceder en una barca y siguiendo ciertos pasos que muy pocos conocían, por eso no se puede ubicar correctamente.
Es el pueblo de los Tuatha dé Dannan, uno de los hijos de Mil del que os hablaré otro día. El poeta W.B. Yeats en sus poemas sobre Irlanda hablaba de esas islas como el lugar donde el paraíso era eterno y daba paso al otro mundo y en el 2001 han sido llevadas al cine en la película The Mist of Avalon. En el mundo de la música la Roxy Music las introdujo en su balada llamada también Avalon.
21/1/10
Avalon
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