En el "Itinerario arqueológico histórico etnográfico" del Val en Narón, se encuentra la Pena Molexa, un lugar megalítico de origen celta que contiene la leyenda de un hada que fue convertida en roca y sólo en la noche de solsticio de verano, esas rocas vuelven a ser el hada añorada. Se dice que las piedras que la rodean son los cofres del tesoro que se ofrecen a las gentes que contemplan la belleza de la mujer, como prefieren el dinero, el hada sigue hechizada hasta el próximo solsticio.
Otra leyenda que encierra a estas enigmáticas rocas, sostiene que no era un hada, sino un rey celta y sus guerreros, pero lo que queda claro que actualmente la noche de San Juan es un lugar de culto para los creyentes en esta tradición que la han convertido en una fiesta donde cientos de personas acuden a visitar el espectáculo que se celebra en ella, junto a la mítica sardiñada que acompaña a esta noche mágica por toda Galicia.
A doscientos metros se encuentra el Castro de Vilasuso de doble muralla y unos 50 metros de diámetro. La altitud del mismo se asegura en ciento veinticinco metros de altura sobre el nivel del mar y actualmente su estado de conservación es bastante parco, lleno de maleza y las murallas tapadas por la misma.
La población del castro eran los "mouros" o en céltico "mrvos". Se dicen que eran criaturas que escarbaban la tierra en busca de oro, un metal precioso que los hacía vivir en túneles parecidos a los de los yacimientos. Las mujeres eran hechiceras y por ese motivo se dice que una de ella encantó a esa hada o ese rey.
Finalmente al otro lado del Castro se encuentra la Mámoa del Arca de Vilarquinte. Estos no eran más que túmulos funerarios donde se hacía el culto a los muertos, por lo que guarda relación con el castro. Por un lado la ciudad, por otro la leyenda y finalmente el cementerio celta.
Para finalizar, hay que añadir que dentro de los organizadores de esta celebración están "Los Irmandiños".