Esta calurosa noche pude asistir al acceso más cómodo al Castro de Vilasanche, situado en la parroquia de San Salvador de Serantes, por la parte de Balón y con un interés doble, dado que mantiene unas dimensiones de 150 metros de largo y 26 de ancho en dos castros, el primero de ellos más pequeño y donde se encontraron restos de teja y de piedra labrada. Llegaron a excavar viviendas pero lástima que la maleza haya cubierto gran parte y además cabe la posibilidad de un posible añadido según la hora de visita. Restos de patatas yacen en el suelo en la parte concéntrica, por lo que sirve de alimento para jabalíes que merodean la zona. Me pregunto si serviría para llevarlos allí y que no saquearan las cosechas cercanas o merodeasen las viviendas, dado que es una zona no edificable y sin embargo en la parte baja han plantado una línea de alta tensión. Una buena frontera.
Si vamos por la carretera Ferrol-Doniños, después del cruce de la Graña, finalizando la primera cuesta y la última casa después de las curvas a mano derecha, hay una pista asfaltada por la que hay acceso en la segunda amplia casa de piedra, un camino de cemento hacia la izquierda que nos conducirá por una cuesta de 110 metros de altura al castro. Esa pista de cemento estará iluminada por la noche hasta la mitad del camino, a partir de ese momento se convierte en una de monte y un poco rocosa. Es el momento de hacer una visual al puerto de la Graña y el carbonero.
Al llegar a la cima comienza el castro (entrada principal) y nos encontraremos un desvío a mano derecha y después de una pequeña roca a la derecha con un espacio cóncavo de agua, tendremos a mano izquierda el comienzo de la muralla exterior del mismo, recordad que son 150 metros y hay dos explanadas rocosas y circulares antes.
Justo después de las líneas de alta tensión hay un riachuelo y algún caballo si cuadra, pero las murallas con concéntricas, así que fijaos bien en los muros, que aunque exista maleza, la cantidad de eucaliptos no la deja crecer en demasía.
Seguiremos más adelante con el que está al final de Balón, en el cruce de Doniños a mano izquierda, un camino pegado a una casa donde los muros están más tapados por los árboles pero serán de mayor altura, el Castro de Vilabuide.
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