El Castro de Vilabuíde en Ferrol es probablemente uno de los más importantes después de Tralocastro. Para llegar a él debemos tomar la carreta de Balón hasta el alto. En la rotonda donde nos desviaremos a Doniños, San Jorge y Mougá hay otro donde veremos el cartel de Brión. Lo tomamos como referencia y a mano derecha veremos una parada de bus, que por cierto cada vez son más escasos en esta zona a pesar de los esfuerzos de construcción de casas unifamiliares por parte del ayuntamiento. Finalmente han decidido que no son tan rentables dejando fuera de servicio no solo a esta zona, sino a Covas, Esmelle, Papoi y Mandiá.
El primer camino angosto y asfaltado hasta la mitad, a mano izquierda, nos conducirá por una pendiente y cuando está terminando, a una altura de algo más de 180 metros, hay un muro que tenemos que girar a la izquierda. Poco después veremos palos con cintas que delimitan el castro.
Tal y como divisamos en el vídeo que os he recreado por orden de penetración según el ancho y luego el largo hacia la izquierda, dado que accedemos por la zona Sur, veremos que tiene un muro exterior de un metro de altura y algo más de 280 de perímetro, un foso que en su parte más estrecha es de 5 metros y llega a los 10 y otro muro interior de unos 5 metros de altura llegando alcanzar los 9 por la ladera que desciende. Como dato curioso veremos que citado foso es único dado que se inunda de agua y es de los pocos de la zona que se aprecia al natural su valor defensivo, además de que su perímetro con estructura oval pero lineal con forma de hueso es infrecuente.
Las casas son muy abundantes y todas de forma cuadrangular. Existe un muro interior de casi dos metros de altura que separa la parte noble de la tribu castrense del resto, y en el Norte existen tumbas, cocinas y zonas de elaboración de aparejos con sistemas de riego sobre rocas, por agujeros que existen en ellas, lo que nos da a entender una actividad laboral sobre las mismas. Lamentablemente la falta de excavaciones recientes nos imposibilita el visionado completo dado los restos de ramas y hojarasca en el suelo.
Si su situación en la cima no es importante para el mar, si que lo es para el cruce de valles y montañas que divisa, por lo que se observa una defensa muy simple pero de gran altura y consistente, una de las dos posibles actividades a destacar de sus habitantes. Es curioso que se encontransen bolas de metal cuando la actividad apunta a la piedra descartando una fuerte actividad agrícola.
Para finalizar os dejo con el vídeo de estos 400 a 600 habitantes:
10/5/12
Castro de Vilabuíde (Ferrol)
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2 comentarios:
É Valón, non "Balón".
Ya empezamos con nacionalismos...
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