Considerado como uno de los mejores museos a nivel europeo sobre la construcción naval, la ciudad de Ferrol cuenta con el museo nacional Exponav, inaugurado el 10 de Marzo del 2008 por la familia real española, el mismo día que botaron el L-61. La anécdota de citado día fue la curiosidad que despertó en la Reina de España Sofía Margarita Victoria Federica sobre la máquina ubicada en la zona de la propulsión.

   Tras el convenio establecido entre la Armada Española y la Asociación de Ingenieros Navales de España en el 2004, se crea la fundación a la que se le ha sumado la Xunta de Galicia, el Ayuntamiento de Ferrol, la Diputación de La Coruña, Navantia, el Puerto de Ferrol, Innovamar, la UDC y el Museo Naval de Ferrol.

   Actualmente sus dos plantas de exposición en el edificio neoclásico de Herrerías del siglo XVIII, proyecto de Julián Sánchez Bort en 1765, están al completo aunque falta ultimar los detalles del reducto en la zona de electricidad.


   La exposición comienza con un pequeño manual para aprendices sobre la definición de un barco (actualmente lo han visitado más de 92 colegios), a través de maquetas se les muestra a los visitantes que podrán hacerlo por 2 € (salvo menores de 15 años o mayores de 65) en horario de mañana (desde las diez y media hasta las dos y media) de martes a domingo.

   Proseguimos y nos definen que el origen de la palabra astillero proviene de las "astillas" que se colocaban a babor y estribor de un barco. Entre maquetas de grúas, de las cuales cabe destacar la recreación de la que se utilizaba para colocar los velámenes de los barcos y la conservación del edificio que se utilizaba para ello en los astilleros ferrolanos.

   La madera (con la embarcación redonda de pulpo) separa al metal entre uno de los 132 arcos del edificio de Herrerías, momento en el que nos muestran los distintos tipos de soldadura (arco o electrógena del siglo XIX, por puntos, etc), la fibra de vidrio moderna y un documental de media hora que nos depara un descanso antes de la zona de informática y cálculo, donde una maqueta de un dique seco despliega las piezas de un barco en acordeón junto con la regla de cálculo integral.

   Las líneas de flotación, escorados, propulsores y motores serán el paso previo a la recreación del interior de una fragata del siglo XVIII con su cañones. A continuación la zona de recreo de una F-85 (actualmente fondeadas en el puerto de Cádiz) y para finalizar la primera planta una maqueta tamaño real de los hornos de fundición que se ubicaban originalmente en el edificio.


   La planta de arriba comienza con las maquetas que señalan los cableados de los barcos en vitrinas cuadradas, las traineras como la de Vila de Bouzas en madera utilizada para el entrenamiento y aprendizaje, la recreación de la gran grúa de Astano (actual Navantia) en Fene y las maquetas de buques magnánimos del astillero como el Arteaga (petrolero botado en 1972 y de mayor envergadura construido en grada), Petrojarl Foinaven (botado en 1995 y utilizado para la prospección petrolífera pudiendo navegar en horizontal) o el famoso Discoverer Enterprise (buque offshore botado en 1998 y se hizo famoso por destruir el puente de Las Pías el 13 de enero de ese año, aunque no sufrió ningún desperfecto y la ciudad ganó un puente de doble vía a la entrada de la ciudad).

   En la zona de buques de guerra nos encontramos con la maqueta del destructor Oquendo (1956 a 1978) con la anécdota de la persona anciana que indicó que dicha maqueta no era la originaria dado que la torreta central fue recortada porque se escoraba.

   Para finalizar la tercera planta cuenta con las oficinas administrativas, biblioteca con planos y mapas y una sala donde se organizan eventualmente conciertos de música clásica, todo ello aportado aproximadamente por unas 600 empresas, personas individuales, instituciones... de toda España.

  ¿Conseguirán traernos las 17 toneladas de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes para acompañarlas con las de la Magdalena que ya se ubican en el museo?