La presencia del Príncipe de Asturias supuso la visita del buque escuela de la armada española en la ciudad departamental. Tras su llegada el día 15, la pasada tarde sobre las 17:00 horas, escoltado de alguna patrullera, el remolcador de la armada Y112, los amarradores de Ferrol clase decena, concretamente el cincuenta y otros barcos civiles junto a un velero de la marina, lo acompañaron desde la nueva ubicación del R-11 hasta la boca de la ría.


   Miles de ferrolanos se congregaron a ambos lados, principalmente en el faro restaurado por la APFSC, la zona que abarca el castillo de la Palma hasta el de San Martín y el de San Felipe a la otra vera hasta casi el puerto exterior, lo que produjo la espera de casi una hora para el tráfico rodado, con controles de la policía local impidiendo su fluidez por seguridad de los viandantes.


   De babor a estribor el remolcador de la armada fue aumentando los nudos del bergantín goleta Juan Sebastián de Elcano hasta la llegada de la primera baliza roja a la que tardó media hora en llegar, y 15 minutos hasta la última verde situada a la altura de los castillos.


   Este barco botado el 5 de marzo de 1927 en Cádiz (donde se ubica su base actual), sigue siendo el instructor de los marinos de guerra españoles con capacidad para 257 personas. Inicialmente sería bautizado como Minerva, diosa que observamos en la proa del barco, y su primera travesía fue de Cádiz a Málaga con el rey Alfonso XIII a bordo.


   A estas alturas ha navegado por todo el mundo y ha sido galardonado en varias ocasiones, pero sus cuatro velas con el nombre de Asturias, Blanca, Nautilus y Almansa son capaces de navegar a más de 16 nudos y tan solo está dotado de dos cañones de 47 mm.