Según nos ha comunicado ayer el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza el 28 de septiembre se inaugura esta exposición que estará presente en el museo hasta el 1 de Diciembre.

   Dominique González Foerster y Tomás Saraceno son los protagonistas de la muestra que invita a reflexionar sobre las tecnologías humanas y no humanas, la cultura del Antropoceno, nuestra propia inteligencia y la de otras especies y la atracción y el poder de lo desconocido.

   María Callas sincroniza el movimiento de sus labios con algunas de sus arias más famosas. La obra forma parte de una serie que evoca a personalidades, como las actrices Marilyn Monroe o Sarah Bernhardt, en instalaciones que la artista llama “apariciones”. El trabajo se basa en la historia de la fotografía, los comienzos del cine y en lo sobrenatural y se plantea como “una especie de sesión espiritista”, según González Foerster.

   Resultado de sus estudios sobre las telas de araña, cuyas complejas estructuras se asemejan a pequeños universos que superan muchas de las construcciones arquitectónicas hechas por el ser humano. Saraceno amplifica las vibraciones de estas telarañas, como si fueran instrumentos musicales, haciéndolas audibles para los visitantes. Estos paisajes flotantes crean conexiones sensoriales a través de distintos ecosistemas, resonando entre los espectadores para crear una conciencia más completa de los sonidos inadvertidos que nos rodean.

   No tememos lo suficiente la naturaleza madre y eso queda entredicho cuando somos capaces de crear misiles atómicos capaces de atravesar el globo pero no nos preocupamos que algo que hacía 95 años no entraba en actividad.

   Con la llegada del verano el volcán Raikoke situado al Norte de Japón ha entrado de nuevo en erupción creando una columna de 17 km de alto pero ¿Por qué un volcán entra en erupción?

   Porque un volcán no es más que una vía de escape del magma que se encuentra en el interior de la Tierra y cuando se calienta por algún motivo, que todo apunta a que sea debido a una fricción de las placas tectónicas, sube para salir por estas vías de escape que se generan dando lugar a montañas.