20/11/19

El acueducto de Segovia no es romano

Acueducto de Segovia

   Existen suficientes evidencias arqueológicas en toda España que atestiguan que estos pudieron ser los territorios atlántes. Según el arqueólogo Jorge Diaz el Acueducto de Segovia, el Arco de Medinaceli, las murallas de Carmona, entre otros muchos monumentos, son vestigios atlántes ya que la juntura de los bloques de estas construcciones se encuentran fundidas de tal manera que no se advierte la unión entre ellos. En los monumentos de granito para que se produzca este fenómeno de erosión y compactación, hasta hacer que desaparezcan las uniones entre los bloques, se necesita un tiempo superior a los 12.000 años.

   El acueducto de Segovia (en donde, además, aparecen inscripciones en grafía tartésica) no pudo ser nunca una construcción romana, sino anterior porque los romanos construyeron su primer acueducto trescientos años después de la dominación de Hispania. Manuel Bendala, historiador de la Universidad Autónoma de Madrid, afirma que Hispania estaba ya totalmente urbanizada antes de la llegada de los romanos. "El descubrimiento de la Atlántida no consistía pues en hallarla bajo el mar sino simplemente en reconocer las evidencias dejadas en las regiones que no se hundieron". El acueducto de Segovia es seguramente el monumento antiguo más espectacular de España y uno de los más notables en su género del mundo. Opinión unánime es que se trata de una construcción romana... pero su origen sigue arropado en el misterio.

   Como obra de arte, el acueducto es genial. Su constructor, al disponer los pilares en forma de tronco de pirámide, logró una sensación de altura que no corresponde a la realidad. Estos pilares tienen planta rectangular con el lado más breve en el frente. Por esa razón el monumento, visto de cerca, al sesgo parece una mole ciclópea y contemplado de lejos ofrece un aspecto de inverosímil esbeltez. La impresionante mole de 728 metros de longitud, consta de un cuerpo inferior de 44 arcos y de otro superior de 119.

   Ofrece su aspecto más monumental en la plaza del Azoguejo, en la que alcanza su altura máxima de 28,9 metros. El material empleado en su construcción fue la piedra berroqueña, y la originalidad suprema de la obra consiste en que los sillares están ensamblados sin trabazón ni argamasa alguna. Su origen ha sido siempre un enigma y no se ha dudado en atribuirlo a deidades míticas. El cronista barroco de Segovia, Diego de Colmenares, no titubeó al dictaminar que la construcción del gigantesco acueducto se debió a Hércules Egipcio (Osiris), mítico fundador de la ciudad.

   Los eruditos del siglo XVIII lo reconocieron como vestigio importantísimo de la cultura romana, pero no llegaron a un acuerdo sobre el emperador que mandó edificarlo: Trajano para unos y Augusto según otros. En época más reciente el ingeniero restaurador del monumento, don Carlos Fernández Casado, lo relacionaba acertadamente con el acueducto llamado Aqua Claudia en Roma, del tiempo del emperador Claudio a mediados del siglo I. Sin embargo este emperador no demostró interés especial por España, lo que no hace probable que ordenase construir una obra tan compleja y onerosa mas bien el acueducto debe remontarse a la época de Trajano, al que una tradición que arranca del siglo XIII atribuye origen segoviano. Pero los enigmas subsisten debido a que el acueducto es un monumento mudo: ni una sola letra ni un vestigio escultórico permiten formular hipótesis sobre su origen ni su antigüedad.

   Sus constructores fijaron la inscripción conmemorativa con letras de bronce dorado y de bronce también fueron las efigies allí instaladas. La corrosión y la rapiña popular bien pronto acabó con ambas. Otro problema aún sin dilucidar es la razón por la que una de las obras más importantes del mundo romano se construyó al servicio de una pobre citania celta, como a la sazón era Segovia. En opinión del historiador marqués de Lozoya, el motivo pudo ser estratégico. Segovia era en aquella época una fortaleza natural carente de agua y el viaducto vino a remediar esta deficiencia.

5/11/19

Francisco Pérez Alonso en Exponav

Francisco Pérez Alonso en Exponav

   Para hablar del artista zamorano Francisco Pérez Alonso nos tenemos que remontar a sus diez años de edad cuando se presenta a un concurso de pintura de su localidad natal y lo gana, otorgándole un premio que ascendía a 2000 pesetas cuando el sueldo por entonces era de 1500, que se las quedó su padre.

   Ya viviendo en Narón entra a formar parte, en el 2011, del grupo Narart cuando su obra ascendía a un total de 1100 cuadros (actualmente 1500). Tiene otra vertiente artística que es la poesía y le dieron otro premio los del grupo, añadir a esto que participa en una revista de poesía de reciente creación (octubre) cuyo presidente de honor es José Ignacio Dapena Fernández y os podéis poner en contacto en el email poesiayliteraturanaron[arroba]gmail.com.

   Llegados a este punto hay que señalar su comienzo del camino de Santiago que es el motivo de la exposición que fue inaugurada hoy en el museo de Exponav de Ferrol a las 12:00 horas hasta final de mes. Un paseo por las diferentes localidades de dos caminos que llegan a la capital gallega pintados en “pastel”, técnica que nadie le enseñó. Se decanta por la pintura de Dalí y Leonardo da Vinci.

   Tiene una exposición futura en el museo del muelle de Curruxeiras de Ferrol sobre las mariscadoras de Vilanova de Arousa del 12 al 29 de Diciembre del presente año.

   Está realizando una colección de dibujos cinéticos temáticos (lleva 12 y espera llegar a 20) donde está incluido Toro, su pueblo natal.

   Ante la pregunta nuestra de si no quería exponer en Madrid contesta que es otro mundo y tal vez en un futuro porque sale muy caro y el no piensa vender su obra.







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