Puede que sea un poco macabro hablar en estos momentos de la pandemia de un cementerio, pero es que me acordé de las fotos y el viaje que hicimos los auténticos ratoncitos por las tierras asturianas tres años antes de que este portal viera la luz.

   El cementerio fue construido en 1890 por el arquitecto Ricardo Marcos Bausá (que diseñó la “ciudad lineal” en Madrid) y forma parte de la ruta europea de cementerios por su relevancia histórica y artística. Su trazado es mediterráneo con planta cuadrada.

   En la entrada hecha de columnas se aprecian coronas de flores, antorchas y relojes de arena que representan los diferentes estadios de la vida. En su interior se encuentran avenidas perpendiculares y diagonales. Las tumbas están hechas por importantes artistas de la época como Manuel del Busto, Cipriano Folgueras, Faustino Nicoli o Armando Fernández Cueto entre otros.

   Quiero destacar la tumba del poeta Marcos del Torniello (1853-1938) que tiene una placa dedicada en la casa donde nació y que nosotros visitamos también.